Extracto de Tribuna Libertaria invierno 2008

A continuación se encuentra un extracto del último «Tribuna Libertaria» que preparan los compas de la base ARCIS de FEL y que tratan sobre las perspectivas de lucha desde un punto de vista libertario y que nos introducen en problemáticas más allá de la coyuntura referente a la aprobación de una ley u otra. Son reflejo de nuestra preocupación por la cotidianeidad libertaria, más allá de una mera frase. Y bueno, aquí está:

I.- Perspectivas y objetivos para el movimiento estudiantil.

Estamos en un momento histórico interesante que comienza a reflejar un rearme de todos los sectores sociales, de todos los frentes de la clase que al calor de la lucha ha ido forjando su experiencia para tomar el papel de actores activos a la hora de decidir como vivir y obtener lo que realmente nos pertenece. La clase trabajadora, los estudiantes y los pobladores deben reflexionar y aprender de su lucha contra la sociedad de clases, para evitar nuevamente el entreguismo y las salidas cupulares. Es por ello que se torna necesaria la creación de un horizonte que, en base a perspectivas y objetivos claros y concretos, haga posible la unidad colectiva en el sector estudiantil, para darle la cara a las nuevas luchas que protagonizaremos. Luchas enmarcadas en las primeras respuestas concretas de los explotados a la política del pacto social impulsado por la burguesía. Y es por ello que la necesidad de un movimiento estudiantil clasista y con un programa transversal se torna cada vez más urgente
Necesitamos unidad de clase por el hecho de que la educación es victima de la mercantilización de los servicios sociales en general, a partir de la imposición brutal de las políticas neoliberales en desmedro de las grandes mayorías trabajadoras del país, empujándonos a una vida precaria y deficiente. El movimiento estudiantil debe tener autonomía de clase para no perder de vista las aspiraciones de terminar con la mercantilización, ya que la burguesía jamás permitirá que se le arrebate esa gran conquista que es el obtener excedentes y ganancias a costa de nuestras necesidades básicas. Sin ir muy lejos, el 2006 vimos a la prensa burguesa saludar las movilizaciones estudiantiles, así como también no faltaron parlamentarios solidarios, ambos, con una demagogia poco disimulada, miraban con «respeto» y se mostraban dispuestos a dialogar con los pingüinos movilizados, pero nunca con la intención de terminar el carácter mercantil de la educación.
En cuanto al programa transversal del movimiento estudiantil, a demás de considerar la unidad entre los secundarios y universitarios, debemos ser enfáticos en que lo abierto el 2006 solo será posible si demás sectores en lucha son capaces de plegarse a la demanda transversal que levantamos los estudiantes: un cambio profundo en el sistema educativo chileno, un cambio que apunte a diseñar una política educativa en beneficio de lo explotados de este país.
Por otro lado, como libertarios creemos imprescindible el promover las practicas altamente democráticas y participativas del movimiento estudiantil (en especia los secundarios), en donde la horizontalidad es algo mas que mera forma a la hora de decidir, pasando a ser el medio de conquistar objetivos que tengan un contenido y aspiraciones de caracteres revolucionarios; ¡la democracia directa como practica revolucionaria! Ella ha ido inyectándole creatividad y energía a las espiraciones del estudiantado y se convierte en un ejemplo a seguir por los demás sectores del proletariado. A demás es, a nuestro parecer, la única forma real de superar las cúpulas partidarias o burocracias que puedan jugarnos en contra -como ya nos ha pasado un sin numero de veces-.
Desde la lucha y la acción los compañeros secundarios, han confirmado que las propuestas libertarias de construcción pueden ser reales y eficientes, así como también son el ejemplo evidente de poder estudiantil, que se ha ido creando y debe potenciarse urgentemente.
Como libertarios consideramos fundamental el avanzar en la reconstrucción desde las bases de los organos estudiantiles, hacia la conformacion de un UNICO referente de masas que federe nuestras fuerzas, así como también el Aunar y levantar instancias de unidad (y no solo articulación) con otros sectores del proletariado en lucha. Todo esto para poder comenzar la construcción de un proyecto educativo desde los sectores explotados que sobre pase la idea de un mero retorno a la educación estatal y sea capaz de generar un proyecto integral de clase. Todos estos elementos estratégicos deben gestarse desde lo que hoy se muestra como demandas necesarias, es decir, desde la exigencia de una educación gratuita, desmercantilización de la educación, co-gobierno efectivo, desmunicipalización, libre acceso a la universidad, fin a la PSU, terminar con la LOCE y no a la LGE.
Pero hoy, en este duro avance hacia la superación de la sociedad de clases, debemos considerar principalmente dos cosas. Uno es el fortalecer el trabajo de bases, los cordones zonales, y las instancias de masas en general, procurando participación y radicalidad; el otro aspecto es que, junto al avance en numero debemos lograr generar las instancias participativas de varios sectores de explotados en lucha para darle contenido a esta misma. No basta con impedirla LGE o que se derogue la LOCE, necesitamos generar hoy un proyecto propio de la clase en su conjunto y que contemple todos los ámbitos de la vida tales como la salud, la vivienda y la educación… en donde todos participemos en la construcción de tal proyecto de clase.

¡Desde abajo construyendo el poder popular contra el poder del estado y el capital!
¡Arriba l@s que luchan!
Salud y revolución social.

II.- Peticiones y actuar concretos

Dentro del contexto actual en la movilización estudiantil, es importante resaltar que todas las formas de presión que utilizamos para provocar nuevos cambios en el sistema educacional, como son las tomas, marchas, manifestaciones, etc, no lograrán ser una verdadera fuerza de cambio real y tangible, sino emprendemos por una parte, la práctica de un verdadero cambio social en la cotidianidad, es decir, asumir la responsabilidad de continuar esta lucha de forma permanente dentro de nuestros lugares de estudio. Aplicando de forma práctica la toma de decisiones horizontales, no solo entre el estudiantado, sino también con trabajadores y profesores, fomentando la participación de todos quienes estén al interior de cada institución educativa, interiorizándonos y siendo participes constantes de las decisiones que se tomen en ellas, puesto que solo nosotros, somos y podemos, ser concientes de nuestras necesidades y darles solución a ellas mediante la intervención directa dentro del funcionamiento de nuestros lugares de estudio. Por otro lado, si pretendemos infringir dentro del orden actual poniendo en marcha desde ya la participación en conjunto con profesores y trabajadores de los distintos establecimientos, no debemos olvidar que la mayoría de los que podemos acceder a la educación universitaria, tenemos esta posibilidad por los medios económicos que tenemos, que nos permiten pagar o endeudarnos, para poder estudiar en las universidades tanto privadas como tradicionales. Por lo que la demanda mas inmediata es pedir que la educación sea financiada en su totalidad por el estado en todos los establecimientos educacionales, por lo cual es necesario desarrollar paralelamente un plan económico que permita hacer esto posible. Si es necesario, debemos volver a manos de los trabajadores -o del estado, en el peor de los casos- empresas privadas para hacer posible esta financiación, como lo son las empresas del cobre, de energía, telefonía etc. Habrá que estar a la altura de proponer salidas concretas y serias en lo que respecta al mantenimiento económico de nuestras peticiones. Por esta razón el movimiento estudiantil no debe estar aislado de los movimientos de los trabajadores, debemos crear programas únicos de lucha y tratar de integrar de forma real a la gran masa de jóvenes que pudiendo tener capacidades para recibir educación superior, no pueden acceder a ella. Y puesto que son los hijos de lo trabajadores mal pagados y explotados los que no pueden acceder a la educación por que se le es negada por las condiciones económicas imperantes, es necesario promover la movilización en todos los lugares de trabajo que existen en el país.

III.- Horizontalidad y participación, un viejo pero actual debate

A los libertarios se nos ha reprochado cierto fetiche respecto de la horizontalidad y las asambleas. Si bien no podemos negar que existen personajes que caen en esta actitud un tanto infantil, debemos decir también que esto sucede porque su concepción de la democracia directa (DD) no es muy distinta al de los que se oponen burlonamente a ella. En nuestra opinión, estas dos perspectivas invertidas coinciden en que, a pesar de pretenderse opuestas, consideran a la DD como un asunto meramente cuantitativo.
Por un lado, para la burocracia vertical la asamblea es inútil porque es caótica, lenta, poco decidida, y se presta para manipulación o simplemente es «muy participativa». Para estos pequeños stalins la solución yace ya en sus pequeñas cabecillas, y sólo esperan las facultades formales para ejecutar y decretar la solución del problema que se presente. La preferencia por la verticalidad tiene que ver más que nada con la eficacia y la rapidez que con la reflexión efectiva de un grupo humano que lucha por mejorar sustancialmente su vida a través de si mismos y no de un tercero. Generalmente, para los pequeños burócratas, un mundo mejor es «un ideal», una horizonte al cual hay que sólo acercarse, sea como sea, a cualquier costo -eso que Lenin, ídolo de muchos burócratas, llamó el «acercase a la verdad». Por lo tanto, da lo mismo si es que una posición se decide colectivamente en una asamblea participativa o aisladamente desde un cargo político, ya que el fin es el mismo. De ahí se puede entender la actitud de un Brecht cuando, frente al levantamiento de los obreros en el lado estalinista del mundo, específicamente en Berlín, el año 53, decía: «¿No sería más simple en ese caso para el gobierno disolver el pueblo Y elegir otro?». El partido estaba bien, sólo que los obreros no entendían muy bien lo largo y costoso del proceso; pero no importa, siempre habrán tanques dispuestos a aplastar trabajadores y estudiantes. Es así que en nombre de la eficiencia de la política esta actitud procedimental sólo puede ser ingenuidad o derechamente totalitarismo propio de , por ejemplo, los Partidos Comunistas. A demás, estos burócratas en miniatura están convencidos de que la participación es mera adherencia a un ideario, basta con votar y hacer saber mi elección, es decir, sólo estoy capacitado para elegir en lo que hay, sin posibilidad de modificar las condiciones mismas en que se presentan las alternativas que, por otro lado, siguen operando en una estructura que implica la delegación del poder político, es decir, la capacidad de una colectividad de modificar su entorno de manera directa, bajo medios construidos y sustentados por ella misma, a partir de sus reflexiones como comunidad. Y no es sino esto último lo que constituye el núcleo de la DD.
Pero al otro lado de los burócratas verticales, tenemos la burocracia horizontal. Para esta última la DD no se traduce sino en la inmovilidad creada por la falta de dinamismo político a partir de negar a priori una división del trabajo bajo control del conjunto del grupo. Para estos un delegado es ya una delegación del poder político que le privará al grupo de intervenir directamente. Para estos tipos, el todo no es un todo significativo, en tanto la comunidad como tal se da una dinámica propia, modificable a su vez por ella en cualquier momento si es que la lectura de la actualidad lo impone, sino que se trata simplemente de que sean de hecho todos, cada uno de los integrantes, los que participen en todo. Este asunto es, por la experiencia, insostenible en el tiempo, desgastador, y poco deseable.
Este «basismo» enfermizo es generalmente aprovechado por demagogos «defensores de las bases» que, «en nombre de estas» -ausentes en quizás que lugar-, retrasan decisiones de asambleas generales de una forma oportunista y desmovilizadora, o juzgan injustificadamente a compañeros de una manera negativa y que sólo busca deslegitimarle para sacar provecho a posteriori. Un gran ejemplo de ello es la última gran movilización del pedagógico, el año 2007, donde el fraccionamiento demagógico jugo en contra de la unidad del proceso y su proyección eficiente, una vez pasado el periodo mas álgido del conflicto. Estos mismos defensores de las bases son los que luego no fueron capaces de hacerse responsable de las comisiones que quedaron comprometidas para re-formular una serie de aspectos importantes del Peda. Sin ir mas lejos, otro ejemplo oportunista del uso de «las bases» fue el de la toma de Arcis. En este polémico conflicto la dirección de la universidad, el PC, y otros personajillos indeseables, levantaron la consigna de la «democracia» y de «la libertad para estudiar» a partir de que la toma fue llevada por un grupo minoritario de estudiantes. Si bien esto fue cierto en un principio, mas de la mitad de los estudiantes se adhirieron y trabajaron en alternativas para la universidad que, por otras razones, no pudieron llevar adelante, por lo cual decir que era un proceso no legitimo era impreciso. Por otro lado -y acá se demuestra el carácter oportunista tanto del PC como de los patrones de la universidad-, una vez finalizado el conflicto las promesas de rearticular la política interna de la universidad quedo estancado: Margota nunca renuncio para llamar a elecciones democráticas, el consejo universitario superior sigue siendo un mono vacío, etc. La actual democracia arciana sólo se apega a los requisitos mínimos y formales que impone la acreditación, pero esta lejos de ser la democracia esperada, o la que necesitamos. Conclusión, para los burócratas verticales la democracia no fue sino una consigna de batalla para detener un proceso de democratización real que asegurara la participación directa de los estudiantes y trabajadores. Elemento que quedaba claro en la propuesta que se levanto desde la toma de un consejo universitario tristamental, paritario y resolutivo.
Pero el tema que nos interesa remarcar es que la DD no es ninguna de las dos alternativas expuestas. No es necesariamente sinónimo de ineficacia y chacota, aunque puede llegar a serlo. Pero tampoco es sólo la asamblea y la absurda y cuantitativa horizontalidad. La DD directa, más allá de un puro asunto procedimental es la forma en que el movimiento de trabajadores y sectores populares lograba un acuerdo político colectivo que apuntaba a avanzar en un mayor control de diversos aspectos de la vida y lo realizaba a partir de un plan de acción acordado por la mayoría mediante la participación directa de la colectividad, controlando directamente a los delegados y con un rendimiento constante de cuentas a los demás. Es decir, la DD va relacionada de lleno con los contenidos mismos creados por dichas colectividades y no es sólo una forma particular o fetiche de organizarse. La historia esta plagado de estas situaciones. Desde la Comuna de París, la experiencia de Consejos en Rusia y Alemania, Hungría el 56; y hasta en Chile tenemos expresiones de dicha forma de hacer política real de las clases oprimidas: el 72 y 73 con los cordones industriales, los comandos comunales, el campamento Nueva la Habana, las últimas experiencias del movimiento secundario, los CGR en la Chile, y las formas de organizarse en el Peda y muchos mas.
Combatir la burocracia a partir de la democracia directa es combatir en estos dos frentes: el de los demagogos que sólo detiene y boicotean los procesos y el de los verticalistas que sólo esperan poder ocupar un cargo, ya sea por beneficio propio o por el ideal emancipador que se sostiene en el horizonte como la estrella polar que guía a la humanidad a la redención. Ni lo uno ni lo otro. La liberación de los explotados será obra de los explotados mismos, sólo ellos pueden decidir sobre el presente para construir su futuro.

¿Y tú, qué piensas?